La lluvia no impide la celebración de San Isidro

Cehegín ha celebrado un San Isidro pasado por agua, durante una jornada en la que las lluvias han hecho su aparición, aunque no con la suficiente regularidad e intensidad como para suspender todos los actos.

Como manda la tradición, los agricultores todos los años sacan en procesión a su Patrón, con el fin de que éste riegue sus campos con las aguas caídas del cielo. Este año parece que el Santo se ha apiadado de esta Región que sufre los efectos de la sequía desde hace años y ha mandado nubes que han dejado una buena cantidad de agua en todos los rincones.

El sábado por la noche, la lluvia daba una tregua a la localidad, permitiendo que se celebrara la noche de las migas, en la que los ciudadanos se reunían en el Recinto Ferial para dar oficialmente por iniciada esta festividad. El domingo Cehegín volvía a amanecer mirando al cielo, aunque siempre con la esperanza de que pudiera celebrarse la procesión. Tras la misa huertana de por la mañana, los arroces se volvían los protagonistas del día.

Entonces la lluvia se dejó sentir de nuevo, haciendo que todas las personas que se encontraban en las calles buscaran resguardo. Al final el cielo se abría y la Gran Vía observaba expectante cómo gran cantidad de caballos cabalgaban por ella, precediendo a más de una decena de carrozas y multitud de agricultores, ganaderos, animeros y coros y danzas, los cuales, a su vez, cortejaban a San Isidro, que cerraba el desfile ante miles de personas que se daban cita a lo largo del recorrido.